viernes, 26 de abril de 2013

FIESTAS

Este año he cambiado de fiesta. Y eso que para mi el 23 de abril es un buen día; una fiesta bonita aquí en Castilla y León, que aunque nos empeñamos en politizar, en hacerla de unos o de otros, no es en realidad más que lo contrario.
Es la fiesta de todos. Para conocer y dar a conocer nuestra Historia -con mayusculas-, para ensalzarla, para disfrutar de nuestras costumbres, para comer, beber y bailar con los demás. Así la he disfrutado los últimos años, haya ido o no a la Campa de Villalar de los Comuneros.

Además el día 23 de abril es el día del libro. Me encanta leer. Es el mejor de los entretenimientos; para aprender, para imaginar, para escuchar historias, para abrir la mente y conocer otros tiempos y lugares. ¡Doble celebración! La feria del libro siempre es una buena oportunidad de reconciliarse con la lectura, que a veces dejamos de lado porque "no tenemos tiempo para nada".

Este 23 de abril se celebra también el día de Aragón, y la diada de Sant Jordi en Cataluña. Como os decía, un bonito día este 23 de abril, muy festivo. Este año cambié de fiesta y he celebrado Sant Jordi. Mis expectativas han sido superdas con creces.
Barcelona, a la que no le hace falta nada para estar bonita, estaba llena de rosas y de libros. Hacía un día soleado, que siempre anima bastante a tomar las calles, y así fue; La Rambla, Plaza Catalunya, y los alrededores se llenaron de gente, flores, libros. Incluso paseando, en la puerta del Palau de la Generealitat encontramos grupos de gente que espontáneamente, se unían para bailar juntos la sardana.

Esto me ha hecho pensar en las fiestas, en que en realidad todos somos iguales, todos buscamos lo mismo y celebramos las mismas cosas. Pasarlo bien, por supuesto, ensalzar nuestras costumbres, nuestra cultura, compartirla con los demás.

Es un buen día el 23 de abril. Nos permite mirar, por un momento a otro lado, al lado en el que las cifras del paro no son aplastantes, escandalosas, insostenibles. Al lado en el que no nos mienten constantemente. Al lado en el que no tienen cabida los políticos bocazas. Aunque solo sea por un momento.

Qué bonitas estas fiestas! Qué buen día el 23 de abril! Qué pena que no dure un poco más y tan rápido llega el 24, o peor el 25, con los datos de la encuesta de población activa, y tengamos que escuchar de nuevo mentiras, falsas promesas, estupideces. Y no podamos taparles la boca a la portuguesa, con claveles!


Feliz 26 de abril, y buen fin de semana.







jueves, 4 de abril de 2013

YA BASTA

Una mentira que se repite cien veces, se convierte en verdad, dicen. ¿Y cien mentiras? porque eso es lo que tenemos delante, en el televisor, en la prensa, en la radio, cada día. Cien más cien mentiras. Y más.

Cada vez que un político hace una declaración, no soy capaz de ver mas allá, ni siquiera de atender a lo que está diciendo; solo veo y oigo  falsedad, cinismo, MENTIRAS. Por supuesto que siento una profunda desafección, por supuesto que pienso que la clase política tiene mucho que ver con la crisis, por supuesto que creo que hace falta una renovación profunda.

También estoy de acuerdo con los que dicen que la crisis es mucho más que económica. Hemos perdido los papeles y los valores. Por eso me parece una burda mentira y un insulto a la inteligencia que se atrevan a decir que el año 2014 será el año de la recuperación. El daño hecho a la sociedad en su conjunto, a la educación, a la sanidad, a los derechos laborales adquiridos después de muchos años, tardarán mucho más años en recuperarse. La imagen de que todo vale, "porque todos lo hacen", tardará mucho tiempo en desaparecer pero el "porque todos lo hacen" no justifica nada. Así, todas las consecuencias de la crisis, que no solo son económicas, tardarán mucho tiempo en volver a su lugar.

Seis millones de puestos de trabajo no se recuperan tan fácilmente. ¿La prioridad es la creación de empleo? ¡Otra mentira! Otra de tantas, de los que prometen hacer y no hacen, de los que iban a pedir explicaciones si no cumplían y no hacen nada. Tan malo es el que hace, como el que mira y no dice nada.
¿Y la sociedad? Habíamos esperado callados, en mi opinión demasiado; nada nos sorprendía, no saltábamos del sofá de indignación y salíamos a la calle de manera pacífica... y los mentirosos ¡tan contentos!
Pero ¡ya basta! Algunos han reaccionado, no quieren oír más mentiras y los mentirosos se rasgan las vestiduras ¿qué esperaban?
Hemos perdido el trabajo, las casas,vamos camino de quedarnos sin la sanidad y la educación universal y gratuita, incluso en los colegios se organizan colectas para que niños que van sin desayunar al colegio, puedan comer algo..¿Cómo no íbamos a perder los nervios? ¿Cuánta paciencia más tenemos que tener?

El cristal con el que hoy miro la realidad que me rodea es más oscuro del que acostumbro, aunque no pierdo la esperanza. Pienso actuar, no quedarme callada, salir a la calle y buscar otros cristales para mostrarlos aquí. Siempre hay algo por lo que merece la pena luchar, como dice Sabina, que siempre tiene la frase adecuada: "Más de cien palabras, más de cien motivos, para no cortarse de un tajo las venas, más de cien pupilas donde vernos vivos..."aunque en este caso MÁS DE CIEN MENTIRAS que ya no valen la pena.







miércoles, 20 de marzo de 2013

Una responsabilidad de todos



Os quiero presentar a Hugo, trabaja conmigo. Hugo es un chico con Síndrome de Down. Os lo cuento lo primero porque seguramente, si un día le vierais trabajando, también sería lo primero en lo que os fijaríais. 
Pero es mucho más. Es la  prueba de que el que quiere, puede. Y tiene un cristal diferente para mirar el mundo, lo que le hace muy especial para este blog.
Cuando no tiene que trabajar, acude a la Asociación Down de Valladolid. Allí se forma, trabaja sus habilidades, estudia, juega y aprende. Por la tarde va a música, toca el piano, y va a clases de informática, donde aprende a manejar una tablet. En ella apunta todas sus obligaciones, las fechas importantes, y los deberes.
 Le gusta mucho trabajar: “Me siento emocionado y contento cuando voy. El último día (antes de las vacaciones) estaba un poco triste y me ayudaron mis padres.  Con el dinero que gane quiero comprarme un Honda Civic con tres puertas.”

Noelia es la responsable de Empleo con Apoyo de la asociación, como el trabajo de Hugo no es constante, cada vez que retoma la actividad necesita unos días de adaptación y ella le ayuda, incluso por las tardes, en la asociación repasan las cosas que más trabajo le cuestan. Para ella, estas iniciativas de inserción laboral de los chicos con Síndrome de Down son importantísimas: “Son una prueba de madurez en los diferentes ámbitos de su vida; familiar, social… ellos ven que son capaces de trabajar como lo hacen sus hermanos, los chicos de su edad. Además es un paso más hacia la autonomía personal. La autoestima de los chicos aumenta, así como su capacidad para las relaciones sociales.”
Que Hugo pueda formar parte de un equipo de trabajo es una responsabilidad de todos. La Asociación Down Valladolid realiza una labor muy dura en pro de la inserción laboral, es, como he dicho antes,  un paso más hacia la autonomía. Los chicos como Hugo trabajan mucho desde pequeños y es quizás el momento de trabajar uno de los más importantes, en los que comprueban que todo ese trabajo da sus frutos. Y por supuesto  hace falta el compromiso de la sociedad para el final sea el deseado.
Estamos en una época difícil. Todos debemos poner nuestro granito de arena. Precisamente la crisis hace que tengamos otras prioridades y que olvidemos a Asociaciones como esta, que trabajan para ayudar a los demás.
Tener a Hugo con nosotros, no sólo le beneficia a él. El ambiente mejora notablemente cuando está  trabajando. Ver el esfuerzo que realiza y las ganas que pone nos contagia irremediablemente. Al principio, la idea de que una persona con síndrome de Down viniera a trabajar nos dividía un poco… ¿Cómo tendríamos que actuar? ¿Qué se esperaba de nosotras? Son preguntas que ya nos quedan bastante lejos.
Espero haber removido alguna conciencia y añadir un cristal nuevo para que miréis el mundo. El de las oportunidades, porque esforzándose, todo es posible. ;)
Os dejo un link con la página de la Asociación, por si queréis echar un vistazo:
www.sindromedown.net

miércoles, 6 de marzo de 2013

Viajar

El título es escueto sí, pero dice mucho. Los viajes -los que se hacen por placer- constituyen, en mi opinión, una pequeña revolución del mundo contemporáneo.

Viajar se ha convertido en una vía de escape a la que pocos queremos renunciar, incluso en tiempos de crisis. Nos fastidia tener vacaciones y no poder viajar a otro lugar. No solo son una manera de alejarnos del mundanal ruido y de la rutina, son también una fuente inagotable de conocimiento y cultura, una manera de abrir la mente, de ver las cosas con un cristal de otro color, de mirar con perspectiva nuestro lugar de origen y por supuesto una experiencia enriquecedora desde la puerta de casa, hasta que se pisa de nuevo el umbral de la puerta.

No importa si el lugar que nos acoge está cerca o lejos. Siempre es diferente. Para sacarle el máximo partido a viaje, hay que estar bien despierto.Aunque está bien hacer fotografías para el recuerdo, todo lo que  se consiga almacenar en la memoria, será más valioso que cualquiera de las fotos, ya que, por muy bonitas que sean, nunca abarcaran la inmensidad de un paisaje, el olor de una ciudad, su velocidad, el color del cielo... el recuerdo más vivo no está en la foto, aunque ayuda mucho ;).

Me siento muy afortunada por los viajes que he realizado, teniendo en cuenta mi edad. No sólo por el hecho en sí de haber podido viajar, también porque ninguno de esos viajes me ha defraudado, ninguno me ha dejado indiferente y a todos y cada uno de esos lugares querría volver, para poder exprimir la experiencia un poco más. Como decía, me siento tremendamente afortunada. Un ejemplo; crucé el charco con 20 años, algo que no mucha gente de generaciones previas a la mía puede decir. Cuando volví, pensé que la vida me había cambiado: CUBA. ¡Qué país! Y efectivamente fue así; -aunque no en el sentido que, en principio había pensado, cosas de la edad-.
Los viajes cambian la vida, eso está claro,  pero no inmadiatamente, -aunque el jet-lag y diez días de mojitos dejan impronta- más bien es una cosa reposada; se acumula un bagaje en la maleta, que hace que las ganas de ver más y conocer más, crezcan y crezcan hasta límites insospechados.

Los viajes más lejanos, como no puede ser de otra forma, impactan más. No quiero decir que París no sea absolutamente  impresionante, que lo es,  pero el choque contra las propias ideas preconcebidas no es tan grande. El cambio de continente, por el contrario, supone una bofetada a todo lo que se puede llevar previamente en la cabeza.

Eso es lo que hace que de mayor no quiera ser otra cosa que viajera. Quiero sentir esa bofetada mil veces más,que una manera diferente de hacer las cosas, de entender la vida y de comprender el mundo se plante delante de mi. ¿Uno de mis destinos preferidos? ÁFRICA, recomendado a todos los que viven con el reloj siempre apremiando. Allí el tiempo se ha detenido.

Esta entrada ha sido un alegato a favor de los grandes destinos, pero no quiero olvidarme de lo que tenemos en casa, que es mucho y muy variado. Y como no siempre tenemos el tiempo y el dinero para marcharnos lejos, debemos aprovechar todo lo que nuestra tierra, de grandes contrastes, nos ofrece. Hablaré otro día de ello.

En resumen, viajad, viajad, y viajad. Conoced nuevos sitios y disfrutad de ellos. Que el color del cristal con el que miráis el mundo, cambie cada vez que volváis a casa y acumulad muchas imágenes increíbles en la retina.


En unos días os enseñaré una recopilación de imágenes viajeras ;).








domingo, 24 de febrero de 2013

Cosas que hacer un domingo

Los domingos son de esas cosas que provocan amor y odio en igual medida. Es el día de mayor relax para algunos, sin preocupaciones, y de más agobio para otros, con el nerviosismo de que la semana empieza de nuevo.

Podemos llevar a cabo algunas actividades que, tanto si nos gusta como si no el domingo, hagan de él un día entretenido, ameno, que cumpla su función, y nos haga olvidar el frenético ritmo de la semana .

Empecemos por el principio.

Por la mañana. Levantarse dependerá mucho de lo que hayamos hecho el sábado por la noche; en cualquier caso, no puede ser motivo de agobio. El despertador no tiene cabida en los domingos. Podemos, eso sí, levantarnos a una hora temprana para ir a desayunar fuera, que nos sirvan un café riquísimo, tostadas a la plancha o incluso churros, mientras disfrutamos de la calle silenciosa y vacía...es un placer inmenso.
La otra cara de la moneda también merece la pena. Deleitarse entre las sábanas hasta bien entrado el día; tanto, que el desayuno ya no tiene lugar.
Cualquiera que sea la opción elegida, puede ir acompañada de un paseo matutino, por un parque o por el campo, pseudo-deportivo que relaje, pare el tiempo, y abra el apetito.

Y como tendremos buen apetito, otra de las cosas que debemos hacer los domingos es disfrutar de la comida. No es que tenga que ser especial, no. Simplemente debemos disfrutarla, ya que a diario, comemos rápido y mal, y no tenemos tiempo ni de saborear lo que comemos.

Aquí viene la parte más importante del día: El domingo por la tarde.Tanto si hemos madrugado para salir a desayunar, como si hemos elegido la opción de remolonear, un ratito de sofá después de comer es casi obligado. Los que eligieran la primera alternativa, pueden disfrutar incluso de una siesta.
Tras la siesta, este domingo por la tarde, provoca, como decía al principio, odios y amores.
Muchas son las actividades que podemos realizar, por ejemplo, un paseo. Si el que proponía por la mañana era más "deportivo", este de por la tarde debe ser relajado. Ir al centro de la ciudad, observar y disfrutar de sus calles, conocer rincones nuevos, y hacer alguna fotografía curiosa.
Pero si, como hoy, la climatología es adversa, os propongo mi plan favorito: El Cine. El cine es un plan perfecto para las tardes de domingo invernales y/o lluviosas. Que nos cuenten una historia, si es buena mejor, y que, por un par de horas,  nos olvidemos de nuestra propia historia y nos centremos en la que ocurre en la pantalla, es uno de los mayores placeres de los domingos. No tenemos porque ir a las salas, existen alternativas más baratas (y legales) que nos permiten disfrutar de buenas historias sin salir de casa. (Aprovecho para contaros que mi próxima entrada, tratará sobre el séptimo arte)

En resumen, que el domingo no puede ser motivo de agobios ni de tristezas, todo lo contrario, para eso ya están los lunes. Debemos sacarle el máximo rendimiento,  descansar, tomar el aire, ponernos al día de la actualidad, comer bien, ver, oír y sentir una buena historia, hablar con los que a menudo no tenemos tiempo, disfrutar de nuestra cosa y del sofá y finalmente coger fuerzas y perspectiva, para afrontar la semana que empieza de la mejor manera posible.

Os deseo un feliz domingo!














jueves, 21 de febrero de 2013

Vuelva usted mañana, 200 años después




Después de mucho pensar en este titular,  he de disculparme, pues no se me ha ocurrido nada  mejor  para esta situación, ya relatada por Larra pero que pervive, tal y como él la describió hace ya casi 200 años.
Desde que se publicó este famoso artículo, muchísimos son los ingenios y adelantos en los que hemos trabajado para hacer nuestra vida más fácil, nuestros viajes más rápidos, nuestras comunicaciones instantáneas –literalmente hablando- por muy lejos que esté nuestro interlocutor.  Se sorprendería Larra al ver como la palabra actualidad, cobra, a día de hoy, pleno significado y la información ha logrado llegar en tiempo real al público.
Y se sorprendería de igual modo, o incluso más, al ver cómo muchos de esos espectaculares progresos de los que hemos sido capaces, pasan inadvertidos a ciertos sectores,  y su “vuelva usted mañana” invade todos los niveles de la administración pública, por ejemplo, de manera habitual sin que nadie se ponga rojo de la vergüenza.   Y es que la pereza sigue siendo uno de nuestros  principales defectos; ¡para que agobiarse hoy, si se puede hacer mañana! Y así nos va.
 Mención  especial merecen las Universidades, representantes de lo más granado de cada Estado, responsables de la formación superior y última de las generaciones que llegan, que gobernarán, y que tomarán decisiones por todos y cada uno de nosotros.  Responsables también de la investigación más puntera, que acogen cada año- después de un riguroso proceso de selección-  a miles de jóvenes preparadísimos  que formarán la élite socioeconómica y política del país, y que inexplicablemente se permite el lujo de cerrar a cal y canto sus puertas durante un mes y no prestar ningún tipo de servicio desde el 31 de julio hasta el 1 de septiembre, con los problemas que conlleva arrancar desde cero una maquinaria tan grande.
  La Universidad vive de unas rentas bien ancladas de las que poco queda ya, es la sombra de aquella institución nacida en el siglo XIII , cuando solo se formaba una verdadera élite y haber pasado por ella era una verdadera garantía. En la actualidad la Universidad no es sinónimo de élites (me refiero siempre al intelecto) y haber pasado por ella no garantiza absolutamente nada, ya que digo bien, muchos solo han pasado por allí. Y por supuesto no cubre las expectativas que de una Institución de ese tamaño, de esa historia y de esa importancia, se esperan.
Pero no es la pereza un pecado que cometa solo lo público. Lo privado, donde estamos la mayoría, tiene aún ciertos recodos, que también permanecen inherentes a los cambios, progresos y facilidades de la vida moderna. Me refiero, por ejemplo, a los servicios telefónicos de atención al cliente que toda empresa que se precie,  tiene. Cuanto más grande sea la empresa, ¡peor!; no hay duda. ¿ Cómo es posible, con la velocidad que hemos logrado en la transmisión de datos, que en una misma llamada, que dura como mucho 10 minutos – 3 de conversación y 7 de espera- te pasen con 4 operadores distintos de sendos departamentos, a todos haya que darle nombre y dni, y ninguno pueda ayudarte porque no es de su competencia?
Reconozco que cada vez que me llaman para ofrecerme un servicio nuevo –para eso sí que tienen la última tecnología-  siento la tentación de hacer lo mismo, pero después pienso que no puedo perder el tiempo, pues lo necesito para esperar la cola del banco, la de la Consejería de vivienda, la de la secretaría de la Universidad y por supuesto para volver mañana, porque es imposible que desde mi casa, aunque tenga la mejor de las conexiones, aunque tenga todos los certificados digitales del mundo, consiga hacer un solo trámite.
Si Larra levantara la cabeza, seguro que lo escribiría otra vez, doscientos años después, mucho mejor que una servidora.

jueves, 14 de febrero de 2013

El año de la serpiente

El pasado domingo 10 de febrero comenzó el nuevo año chino. El año de la serpiente. No es que de repente me guíe por este calendario, ni mucho menos, pero me pareció una segunda oportunidad para empezar con buen pie.

Para nosotros en occidente, la serpiente, no tiene un significado en principio "bueno". Llamar serpiente a alguien, o decir de una persona que es una víbora, más bien significa todo lo contrario. Pero el año nuevo chino es una año de buena suerte, que tiene aspectos positivos y que está muy relacionado con la sabiduría.

¡Perfecto! Creo que está visión nos va a venir bien. Y repito, no es que ahora me atraiga la cultura china por encima de todo, más bien, pienso que debemos aprovechar las bondades del mundo globalizado en el que vivimos.
Porque  muchos se empeñan en que este año 2013 (el que empezó el 1 de enero) iba a ser peor aún que el anterior, incluso los supersticiosos no ven ni un pequeño rayo de esperanza en el 13.

Hay que ser realista, no lo tenemos todo a favor. Las cosas se han ido poniendo feas, sí. Y este primer mes y medio no nos ha dejado precisamente buenos augurios. Pero todo depende del cristal con el que miremos.
¿Por qué no el cristal de la sabiduría? ¿Por qué no el de la buena suerte? El del trabajo, el del esfuerzo, el de la justicia y el del "entre todos podemos salir adelante". Podría ser una manera de empezar el año, aunque sea el 14 de febrero. Podemos volver a formular los propósitos y por supuesto, llevarlos a cabo.

Para mí, el cristal más importante con el que deberíamos afrontar el año nuevo es el de la RESPONSABILIDAD. Uno de los que mejor nos vendría en estos momentos, y uno de los que hemos dejado caer en el olvido con más frecuencia. Responsables con nuestros propios actos, pero también responsables de no dejar que los que tienen las mayores obligaciones para con los ciudadanos que los eligieron, no cumplan con ellas. 
No me explico como hemos llegado a esta situación, adormecida, en la que no saltamos del sofá cuando oímos las barbaridades de estas últimas semanas.





Pues bien, por esto empecé diciendo que me parecía una segunda oportunidad ¡Feliz año de la serpiente! Espero que este 2013, aunque sea con retraso, nos traiga cosas buenas, que falta nos hacen; empecemos a tomarnos en serio nuestros propósitos, que también ayuda bastante.



viernes, 8 de febrero de 2013

Este es mi blog. Bienvenidos

Hola  a todos!


Me llamo Rebeca y soy la autora de El Cristal con el que se mira. Por fin me decido a cumplir unos de mis propósitos para este 2013 que acaba de empezar: Crear un blog; un blog de actualidad, para todos los públicos, en el que podamos comentar todo lo que queramos, inquietudes,  propuestas, ruegos y preguntas y todo lo que se os ocurra.
Yo iré proponiendo mis inquietudes, tomando la iniciativa, y espero que os unáis  a este proyecto.

¿Por qué un blog? Porque me encanta escribir. Me gusta estar al día de lo que pasa a mi alrededor; en todos los sentidos. Y me gusta involucrarme en todo lo que me rodea, expresar lo que me sugiere, plantear dudas, o alternativas y por supuesto ver, oír y aprender de otros puntos de vista. Porque todo depende del cristal con el que cada uno ve el mundo. Y todas esas visiones, son sumamente enriquecedoras. Por eso espero que me sigáis y que me contéis qué se ve desde vuestro cristal.

Yo os contaré a menudo lo que veo con el mio.